Tras más de 40 días de confinamiento comienzan a hacerse evaluaciones sectoriales de la situación actual y predicciones de cara al futuro cercano. Está claro que no volveremos de manera inmediata a los hábitos anteriores para evitar retroceder en esta situación de la que todos queremos salir.
IM Farmacias y la consultora Shoppertec han hecho entre el 28 y 31 de marzo una encuesta en el sector de la farmacia para conocer el impacto del COVID-19. Entre los datos que arroja destacamos que el 68% de los encuestados auguran que las ventas online crecerán y el 50% piensa que aumentará más presencia en redes sociales. El 53% de los farmacéuticos también estima que aumentarán los pedidos telefónicos a un call center o centro de atención al cliente.
A los datos de esta encuesta podemos añadir el dato de que en España había 22100 farmacias a cierre de 2018, siendo el país con la red más amplia de toda Europa. A pesar de que es un sector con una facturación en crecimiento aunque no de manera homogénea, dejando farmacias especialmente en el ámbito rural con niveles de facturación bajos.
Ante la previsión del crecimiento de la venta on line debida al COVID-19 que hacen los profesionales farmacéuticos, unido al mercado saturado en el que actúan; cabe una pregunta ¿cómo distinguirse en el mar de internet?
Habitualmente acudimos a la farmacia por cercanía a donde vivimos o trabajamos, paramos en la que nos queda de camino y cuando no disponen de lo que precisamos acudimos a la siguiente más cercana sucesivamente hasta encontrar lo que buscamos. Este criterio de proximidad ante los datos que hemos comentado ya no sirve.
Muchas farmacias vieron mucho antes de la pandemia el e-commerce como un nuevo canal de venta que ofrece una grandísima ventaja: el aumento exponencial de público objetivo al no depender ya de la población que vive cercana al establecimiento. Este gran beneficio tiene una desventaja y es el aumento de competencia, pasa de las farmacias cercanas a todas las que estén presentes en internet.
En este momento es clave la buena construcción de la página web: una buena estructuración de los productos por familias, unos procesos de compra fáciles, una navegación sencilla y una estrategia de branding y comunicación para generar un valor diferencial en nuestra tienda online.
Para poder destacar en internet es necesario tener una identidad propia, trasladar el trato y la confianza de la tienda física al e-commerce. Conseguir que las personas al entrar en la web sientan que tienen enfrente a su profesional de bata blanca. La marca es un elemento clave para alcanzar esto, la marca en su sentido más amplio, desde el punto de vista textual, visual y sobre todo identitario. La estrategia de branding será la línea a seguir en el plano gráfico y en el plano verbal.
La tienda online de una farmacia conlleva dos grandes tareas previas, una es la estructuración del menú y la cartera de productos puesto que suelen ser unas tiendas con cantidad de familias distintas: medicamentos, puericultura, dermoestética, higiene bucal, alimentación, ortopedia,… y la otra tarea es la plasmación de la marca para lo que es imprescindible un logotipo o marca gráfica.
La tarea ha de comenzar por el nombre de la farmacia cumpliendo los requisitos de un naming y luego el diseño de una marca del tipo adecuado que se pueda extender en un sistema de marca aplicable luego en el diseño de la tienda online y otros soportes de comunicación como packaging de envío, flyers o cartelería, merchandising y por supuesto en redes sociales donde el farmacéutico puede tener un canal vivo de comunicación para informar de primera mano a las personas.
El sector farmacéutico en España es una tarta dividida en tantos trozos que obliga a estos profesionales a buscar su hueco y distinguirse con una identidad propia y un canal sin fronteras como el comercio electrónico. Nosotros hemos colocado en este camino a muchas farmacias, ¿quieres tú ampliar el negocio de la tuya? Contáctanos sin ningún compromiso en el 981 91 34 88 y diseñaremos tu estrategia.